The Big Van Theory

The Big Van Theory

Miguel Abril Martí, ingeniero en Electrónica y licenciado y doctor en Física, es técnico titular en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, en Granada, donde hace instrumentos para mirar las estrellas. Antes pasó unos cuatro años rodeado de geofísicos que querían estudiar terremotos y volcanes, extraña afición que a él le sirvió para conocer sitios fascinantes como el Etna, el Vesubio, el Strómboli, la Antártida...

 

Daniel García Jiménez, doctor en Física y máster en Comunicación Científica, es consultor externo del Servicio Geológico de EE.UU. en Barcelona. Ha trabajado también en la Fundación Global Earthquake Model, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Complutense de Madrid. Montañero y espeleoloco, apasionado de la Tierra y sus secretos, se ha dedicado a entenderlos y contarlos en varios países.

 

Helena González Burón, salmantina de nacimiento, es licenciada en Biología y en Bioquímica, y doctora en Biomedicina. Se pasó los años de universidad ganándose la vida monologueando en bares y contando cuentos en bibliotecas. Hoy coordina e imparte actividades de difusión de la ciencia en el Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona. Es fundadora de la compañía teatral Clowntífics, dedicada a la comunicación científica a alumnos de primaria.

 

Xavier Luri Carrascoso, licenciado en Física y doctor en Astrofísica, es profesor en el Departamento de Astronomía y Meteorología de la Universitat de Barcelona. Nacido en Ribes de Freser, un pequeño pueblo del Pirineo catalán, en la actualidad colabora con la Agencia Europea del Espacio en la misión Gaia, que elaborará el más detallado mapa tridimensional de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

 

Oriol Marimon Garrido, licenciado en Química y doctor en Biofísica, es investigador en el Observatorio de la Difusión de la Ciencia en la Universitat Autònoma de Barcelona. Su especialidad es la resonancia magnética nuclear y su trabajo versa sobre los biofilms, esas estructuras complejas -como los tejidos- pero formadas por las bacterias.

 

Luis Matías Hernández es licenciado en Bioquímica y doctor en Biología Vegetal. Investigador posdoctoral en el Centre for Research in Agricultural Genomics de Barcelona, durante su carrera científica ha trabajado en proyectos de investigación en diferentes países (Grecia, India, Escocia, Colombia e Italia) y se ha dedicado a esclarecer diferentes aspectos genéticos de las plantas.

 

Elisabet Prats Alfonso, licenciada y doctora en Química porque quería ser como "esos que van en bata y hacen experimentos", es investigadora posdoctoral en el Instituto de Microelectrónica de Barcelona (CSIC) diseñando biosensores. Tiene un objetivo claro: trasladar su pasión por la ciencia a la población, contando sus entresijos a todos los que se ponen a tiro.

 

Irene Puerto Giménez, doctora en Física, es investigadora posdoctoral en el Instituto de Astrofísica de Canarias, en Tenerife, su tierra natal. Tiene un doctorado en Física Cuántica por querer ver una aurora boreal en Canadá y disfrutó muchísimo cuando trabajó en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, diseñando y compartiendo experimentos con alumnos, la mayoría de los cuales salieron ilesos.

 

Eduardo Sáenz de Cabezón Irigaray es doctor en Matemáticas y profesor en la Universidad de La Rioja. Estudió también Teología. Todas estas cosas conforman un currículo casi irrepetible. Da charlas en colegios, institutos, bibliotecas, universidades y bares sin enfadarse con nadie. Investiga en álgebra computacional, cuenta cuentos y es capaz de enseñar números más grandes de los que uno jamás habría imaginado.

 

Javier Santaolalla Camino, gran canario de adopción, es ingeniero de Telecomunicaciones y licenciado y doctor en Física. Con una beca del CIEMAT realizó el doctorado en el CERN, el mayor laboratorio del mundo, allí donde si no viajas a la velocidad de la luz eres un lento. Se le puede ver lo mismo bailando bachata que en un congreso de física de partículas, desplegando toda su creatividad.

 

Manuel Tardáguila Sancho, licenciado en Bioquímica y doctor en Biología Molecular, comenzó sus experiencias científicas con los juguetes de un sufrido vecino. Después de abordar las relaciones del sistema inmune y el cáncer de mama, se ha pasado al campo de la bioinformática leyéndole el genoma todos los días a su sufrido vecino.

 

Alberto Vivó Porcar es licenciado en Biotecnología y Nanotecnología, es decir, alguien capaz de enseñar cómo producir energía renovable utilizando bacterias en un proceso biogeoquímico, una clase de procesos que aplica en el departamento de I+D de la sociedad gastronómica Oryza Sativa, donde investiga para la cocina científica de The Big Van Theory.