Había una vez un oso que encontró una cosa muy extraña en el bosque. ¡Nada menos que un gran piano!
Entonces, tocó las teclas y, a través de las bellas melodías que había aprendido, emprendió una aventura que lo llevó a un mágico lugar: la ciudad. Por fin, estaba en el lugar de sus sueños. Sin embargo, en el fondo de su corazón algo lo inquietaba…
De esta conmovedora historia se desprende un tierno mensaje: los sueños nos pueden llevar muy lejos, pero nuestros seres queridos siempre nos esperarán de regreso.