A nadie le gusta ser diferente a los demás. Pero para el dragoncito de este cuento, es algo inevitable. Fue el primer dragón nacido de un huevo resquebrajado y, por eso, no es como quienes lo rodean.
¿Cómo encontrará su lugar en una familia de legendarios dragones?
Pequeño para su edad, aún no sabe volar… Además, detesta su nombre: “Huevo”. Le recuerda cada día que es distinto a los demás dragones. ¿Qué puede hacer? ¡Algo tiene que cambiar!
Sin embargo, a veces, el ser más pequeño logra la hazaña más grande. Aquellos que menos imaginamos son quienes más nos sorprenden.