La Vaca Paca se sube a su hamaca y, a medida que se va balanceando, se le va quedando dormida, de a poco, cada parte del su cuerpo, comenzando por los pies y terminando por las orejas.
Agustina Lynch, se recibió de abogada y ejerció por muchos años hasta que decidió explorar nuevos horizontes. Apasionada de la lectura, siempre tiene un libro en su cartera y lee en donde pueda. De sus experiencias como madre fueron surgiendo las ideas para hacer cuentos infantiles, esperando por ayudar a chicos -y grandes- en distintas etapas y momentos de sus vidas.